Amanecía la noche
en pueblos donde los días
solían confundirse,
por capricho cultural.
Condenados a ser auténticos,
aunque sea innecesario,
merecedores de la profunda oscuridad,
aunque se añore la incandecencia
de lo imposible.
Existencia vulnerabilizada,
cantar de cuervos roñosos,
alba noctuno,
y un solitario sin traje ni alma,
fumando bajo las sombras.
1 comentario:
Lo bueno es que la noche no te critica, y te da la oscuridad que necesitas para pasar desapercibida muchas veces.Un saludo!
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