Sería capaz de enloquecer
al observar la curbatura exacta
de sus pies cuando está de tacones altos,
recuerdo que dije en silencio,
que sería capaz de dormir
sobre sus dunas y deserticas curbas,
hasta me hubiese perdido
alguna vez
en la corbatura de sus labios,
pero ese yo inventado,
jamás lograría sentir
estas falsas palabras,
porque le hablo,
a una mujer nonata,
sin sonata,
ni cuerpo musical
que la sostenga,
pero sí,
a las soledades,
nostalgias,
melancolías,
alegrías y tristezas,
que aunque carezcan de dunas y seda,
en sueños son todo y mucho más.
1 comentario:
hablarle a una mujer así...
que belleza.
que belleza de poema.
encantado, y más-
felicito
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