Bajo la obtusa negritud de la noche,
un raquítico suspiro,
se arrastro hasta llegar a su hogar,
y ni siquiera lo sentiste llegar.
Entre ruidos y silencios,
la loca se sumergió
en néctares de nombres difusos.
Negó a la sobriedad,
acusando a las horas sin sueño
de malos tratos a terceros.
Ya los mendigos
sabían del vacío absoluto,
quien sabía más de soledades
que la escritora suicida?,
la loca era todos ellos
todos los días
y aún con suerte un poco más.
La loca buscaba razones
en los mares de la nada,
buscaba besos
que embriagaran su alma,
y busca
sin alas,
terminar con la soledad.
4 comentarios:
El giego tiene razon! estos ultimos tres poemas que subiste estan increibles. Beso srta. y siga escribiendo así de bien!
ah perdón, es ruso. Siempre me pasa lo mismo, cuando estoy en rusia hablo en griego y viceversa.
te faltó el acento en la "o" de "arrastró" y en la "e" de "quién", donde dice "quien sabía más de soledades/que la escritora suicida?
perdón, es un trastorno obsesivo...
que hermoso poema!!!!!!
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