Otoño,
panzón
siempre ocre,
pelado
viejo
pervertido
y con cigarro en mano.
Patos nadando
en el mate,
el muerto
y su esencia
somnífera,
gato negro
sentado en la ventana.
Los ladrones
llegán a la esquina,
manosean a las putas
y salen corriendo
como niños
que roban
caramelos.
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