Con cuarto de siglo
apretado entre la mugre
de tus dientes,
sigues jugando a los gángsters,
con tus amigos noctámbulos,
fue así como
conseguiste un master
resultaste ser
tan pésimo amante
que te masturbas pensando
en tu novia lesbiana,
la pobre
solo es capaz de lamerte los pies
mientras duermes.
a hablar como hombrecito serio,
tu disfraz de crítico
te dejó tirado en plena calle,
con los calzones meados
por el miedo,
le habían puesto cierre a tu boca.
que rasqueteabas
las suelas de tus zapatos,
buscando mierda para comer,
con tu culito apoyado
sobre el mínimo escalón
que en cuarto de siglo
lograste construir.
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