viernes, 26 de junio de 2009

El pueblo sin luz

No cabían en el mundo palabras bonitas, los niños no sonreían por temor a quedarse ciegos, pues su luz era tan incomprensiblemente bella, que lastimaba.
Dicen que hubo una vez, un tuerto que le envió flores a la esperanza, pero esas son patéticas historias, que los cuervos chismosos suelen confabular cuando no hay diamantes para cenar. Es raro que en este pueblo sucedan esas cosas, lo cierto es que se alimenta de su oscuridad, de luz que dejaría ciegos a los niños, y de aquel tuerto que rié a medias, por ser altamente hipertenso.




Y es que un pueblo sin luz,
es un mundo sin palabras bonitas,
sin travesuras,
sin señoritos con su ramo de flores
esperando a la que nunca los amará,
sin luz,
no hay nada
mucho menos cuervos...


..........................Mirando por la ventana.

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