viernes, 7 de agosto de 2009

Sin Título


Sería capaz de enloquecer
al observar la curbatura exacta
de sus pies cuando está de tacones altos,
recuerdo que dije en silencio,
que sería capaz de dormir
sobre sus dunas y deserticas curbas,
hasta me hubiese perdido
alguna vez
en la corbatura de sus labios,
pero ese yo inventado,
jamás lograría sentir
estas falsas palabras,
porque le hablo,
a una mujer nonata,
sin sonata,
ni cuerpo musical
que la sostenga,
pero sí,
a las soledades,
nostalgias,
melancolías,
alegrías y tristezas,
que aunque carezcan de dunas y seda,
en sueños son todo y mucho más.

1 comentario:

Bubón Bardó dijo...

hablarle a una mujer así...
que belleza.
que belleza de poema.
encantado, y más-
felicito