sábado, 9 de octubre de 2010

Noche


El mundo no se detendría
menos aún en el intento suicida
de tomar prestado un beso desesperado...

El mundo era una excusa,
una distracción,
para que me miraras a los ojos.

Dije más de lo que hubiera querido decir.

Limité a la coherencia de mis palabras,
para olvidarme del espacio,
de la gente,
hasta de mi.

Todo para nada,
un espectáculo de payasos
tampoco te hubiera hecho reír,
ni siquiera una escena erótica.

Tu parálisis mental me encanta,
y me enferma.


5 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, me fascina lo que escribes.

**Sweetblood** dijo...

entonces segui leyendo

Jesse Custer dijo...

Genial, como siempre, señorita blood.

Anónimo dijo...

Hola, me gusto mucho!!utaqurtepario

**Sweetblood** dijo...

de la puta que cojieron en un descampado...