viernes, 19 de junio de 2009

Silenciado grito


Alguna vez
guarde silencio,
me cosí la boca,
puse contra el rincón las ideas,
pero al poco tiempo se aburrieron del vacío
y miraron hacia adelante,
mientras
continué con la boca cosida,
de a poco se sellaban mis labios.


Hasta que también me aburrí
y abrí la boca para maldecir,
criticar,
escupir,
sobre todo para hablar,
y aunque todavía algunos
me prefieran muda,
por capricho le pondré labios a los codos,
subiré el volumen de mis pensamientos,
y quien intente silenciarme
será ensordecido con mi grito.


Pero hoy apenas logro emitir sonido.



5 comentarios:

Anónimo dijo...

me encantooooooooooooo

hasta ahora al q mas puntaje le doy. ( en si estan toodos copados)

un beso nenaaa

eduardo juanito dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
eduardo juanito dijo...

gritar muchas veces ayuda, y uno tiene tantas maneras de gritar, incluso uno grita con la mirada más dulce.

y muchas veces uno calla, es entonces cuando el silencio se convierte en el más noble de los gritos, el más desesperado, el más sincero.

pero el silencio que no es escuchado, no dice nada.

me gusto tu blog...

saludos

Staff de Bla Bla Bla dijo...

Karinaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa
Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh

Sonia Nieves dijo...

Que más da lo que los demás digan de ti, tiene que resbalarnos. Y por supuesto gritar y sentir que aunque nadie nos escuche nosotros seguimos diciendo lo que pensamos. Porque nunca hay que callarse, por miedo o porque los demás critiquen.
Es precioso lo que has escrito, nada más allá de los que sentimos todos alguna vez!