lunes, 12 de julio de 2010

Con tinta

Entre niños poetas y perros vagabundos, la suerte se esfuma y se pierde con el viento como el humo de mi cigarrillo, consumido por la espera.
A lo metros, la muchacha que sueña con un futuro en la esquina, adorna su cabello con luciérnagas, mientras le reza a un dios inexistente, aprieta los dientes y sube al auto, el viejo conductor le acaricia la pierna, se relame y jadea, toma el volante y siguen su camino.
Urgencias, novela de suspenso y mucho drama, botas de taco gastado beodas de tanto andar, besos, lenguas con sabor a licor barato, tabaco desparramado en la cartera, algunas pastillas y polvos mágicos para el olvido, para dormir, para seguir.

Para algunos la suerte se paga con desgracia, para otros, con un buen licor y cigarros ayudan a la convivencia con la desgracia. No tengo la gracia de tener suerte en cuestiones cotidianas... solo escribo, de mala manera, porque no he tenido maestros para que me enseñen las recetas para hacerlo. Vomitar las penas con tinta... es algo de sabios.

1 comentario:

Anónimo dijo...

No conocía tu pagina y un solo consejo si te gusta no abandones!! Un fuerte abrazo.