domingo, 28 de febrero de 2010

Entre teléfonos y murciélagos, la noche y el sueño

El teléfono se quedará afónico de tanto sonar,
malditos cobradores de impuestos!!
número equivocado,
amistades lejanas
de las que nunca se quiere saber su paradero,
mi madre aburrida
comunicandose con mi ausencia,

pero jamás esa llamada adecuada,
esa que busca y no encuentra.

Murciélagos que te besan la frente,
ante la osuridad de una noche sin luna,
buhos nostálgicos
que asisten a esta soledad cascarrabias
que se reusa a marcharse,
sin dejar rastro.

De regreso al mundo real,
dónde todavía es de día y llueve,
el teléfono se queda mudo,
y es que estaré dormida,
hasta que llegue la tarde
y me atrape en medianoche.

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